Celia y Enrique se vieron obligados a casarse, sin tener más remedio que sobrevivir las consecuencias de un matrimonio forzado. El sueño de Celia era terminar su carrera de medicina y el sueño de Enrique era de ser un jugador de fútbol profesional. Casados, significaba retrasar sus sueños o sacrificarlos. Alguien tenía que ceder o interrumpir su sueño. Alguien se tenía que sacrificar.