El
Diario de un demonio
es un libro esencialmente maldito que nunca debió haber visto la luz. Sus insidiosas páginas nos presentan una disgregada e incoherente serie de episodios satánicos que registran el paso de un demonio por el Cielo, el Infierno y el aciago mundo de los hombres. ¿Fue realmente un ángel caído el autor de esta obra impía y venenosa? Nadie podría asegurarlo, pero su oscuro estilo parece conjugar la poesía en prosa del Conde de Lautréamont y la épica luciferina de John Milton con el amargo sarcasmo de un espíritu completamente roto, al borde de su total aniquilación. Dentro de ese marco lúgubre y tortuoso, el volumen discurre por entre narraciones espeluznantes, disquisiciones filosóficas llenas de infernal malevolencia, desvaríos que sólo pueden ser producto de los sangrientos escupitajos de un alma enferma y pasajes alucinados que llenarán de inmortal angustia y horror el pecho de los pocos dementes que se aventuren a leerlos.