Manantial: "El ciego y su lazarillo"

Desde la prosa poética y el poema en prosa "Manantial" "El ciego y su lazarillo" comienza con su sello de transparencia al lector, con la cadencia a veces aturdida y tosca para presentar los lindes donde se forja una historia escrita en pequeñas historias desprendidas desde las vísceras de un hablante lírico buscando su voz propia, su historia y su forma de expresión en textos sobre la vida y el acto de escribir poesía y anti poesía en el siglo XXI. Íntimos momentos y catarsis de su historia, la visión sobre un lenguaje que lo es todo para el propio poeta y su narrativa coloquial, rural y su punto de vista. Manantial conserva el lenguaje de las raíces comprendiendo su furia junto a toda creencia humana, "no hay forma de controlar la vida y la muerte", ante lo cual la nostalgia es puesta a prueba para lograr más perspectivas sobre el pasado para construir un presente sin límites. El Manantial fluye naturalmente en los mismos textos, lo más preciado por el hablante lírico, nunca detener el rumbo ni su cauce; preguntándose su condición de producto ante el amor por la actividad poética, energía en un mundo muchas veces sin reflexiones donde la biografía de la superficie asfixia al poeta con pozos profundos y detenidos por el insaciable humano en búsqueda de su expresión, es donde sale la fuerza lingüística para remar el manantial, demostrado en textos como "Reivindicación" comprendiendo junto al lector un resquicio de su inagotable cause de historias inspirado y siempre protegido por "Palabras de vida y vida en abundancia".