La universidad: novela teatral

Madrid a comienzos de los años setenta. Son los últimos años de la dictadura de Franco. Los años de la agonía del régimen. La transición está casi a la vuelta de la esquina, pero entonces resultaba inimaginable. Nadie se la habría imaginado. La universidad, en la que se vive una revuelta permanente, está tomada por la policía. En el campus de la Ciudad Universitaria, en las habitaciones de los colegios mayores, en los cafés de Madrid, se desenvuelve la vida de los jóvenes estudiantes. Sueñan con la revolución, sienten el escozor del sexo, se enamoran, sueñan con la literatura, se desengañan de la revolución, se desenamoran, siguen soñando con convertirse en grandes escritores. Sobre todo hablan y hablan sin parar. Se embriagan con sus palabras inacabables. Se sumergen sin reservas en el rito frenético del diálogo, de la conversación, de la amistad. El futuro todavía queda muy lejos, todavía no es una amenaza. ¡Cuánto se ha mitificado esa época desde entonces! La dictadura de Franco, la agonía del régimen, la transición imprevisible... ¡Cuánto que se ha mitificado y que se ha falseado todo ello! En "La universidad", subtitulada sobriamente "novela teatral", el autor lanza una mirada imparcial sobre esa época nada gloriosa, pese a las batallitas que ahora no se cansan de endilgarnos los pescadores de río revuelto, sólo atentos de verdad a sus sórdidas ganancias. El autor lanza una mirada imparcial sobre todo ello, una mirada inevitablemente irónica, pero también una mirada no menos inevitablemente melancólica. Al fin y al cabo esa época nada gloriosa, tan sin escrúpulos falseada y tergiversada desde entonces, es la época de la juventud.