Esperanza y el Arqueólogo

Esperanza es una joven española hija de un terrateniente, que llegaron a Costa Rica en el año 1969, para trabajar en su finca. El interés por permanecer ahí despierta en Esperanza luego de haber encontrado un colgante de jade que guardaban sus antepasados en el sótano de la casona, lo que causó en ella maravilla y unas ganas enormes de conocer la cultura del pequeño país. Luego ella conoce al arqueólogo así como a un grupo de amigos con quienes pasa aventuras y a la vez emprenden una lucha social, por los derechos de las mujeres y de los pueblos indígenas de la zona, queriendo visibilizar a esas personas que antes fueron ignoradas. La novela muestra una realidad histórica y a la vez rasgos presentes en la vida de la autora y su familia, representando a las comunidades rurales de Cartago, la antigua capital costarricense, durante los años 60 y 70, dando a conocer aspectos culturales de la época tales como la dieta, costumbres, creencias, roles y convencionalismos sociales, mientras se reconoce que hay otras formas de vivir siempre que se persiga la paz interior. Las historias de amor y superación personal están presentes, pero antes de eso, sentimientos de culpa, miedos y errores son parte de cada uno de los personajes que buscan la felicidad. Esperanza y el arqueólogo es una historia de amor, resiliencia y liberación