Érase una vez un duque

Bradley Hainsworth, duque de Carrington, no tiene tiempo para juegos de aristócratas, y no digamos para encontrar esposa. Le consume su ansia de venganza y de limpiar el nombre de su mejor amigo. Todos los caminos le llevan hasta un tal Gerard Duran, y Bradley, cueste lo que cueste, llevará al responsable ante la justicia, sea cual sea el método a utilizar. Pero no esperaba que la investigación sobre Gerard lo llevara a encontrase con su atractiva hermanastra. A partir de ese momento, se cuestionará si todo lo que creía saber era verdad. Isabella Marriott sabe perfectamente hasta qué límites es capaz de mancharse las manos su hermanastro Gerard con tal de obtener lo que quiere. Su plan para escapar de él incluye encontrar el diario de su abuela, perdido desde hace mucho tiempo, que la conduciría hasta las joyas de la familia, el camino más rápido hacia la libertad. Bradley queda cautivado por la hermosa Isabella, aunque no está seguro de si puede confiar en la hermanastra del hombre de quien sospecha. Cuando ambos averiguan por fin las verdades que buscan, ¿sabrán si son verdaderos los sentimientos que albergan mutuamente, o solo se trata de simples medios para lograr sus respectivos fines?