Edgar Allan el Cuervo y Abraham el Solitario

El poema "Edgar Allan el Cuervo y Abraham el Solitario" está dedicado a mis dos personajes favoritos en la historia y la literatura de los Estados Unidos: Edgar Allan Poe y Abraham Lincoln, dos figuras trágicas sobre las que gravitó la muerte con las inquietantes señales del Destino. No existe el menor testimonio de que alguna vez se hayan encontrado. Se ha dicho que Lincoln sabía quién era Poe, pero no hay pruebas de lo opuesto. La fotografía en que se basa el poema es lo que en inglés se denomina "a fabrication": una composición realizada, en este caso, a partir de un daguerrotipo de la época en que ambos hombres vivieron, superponiendo sus rostros a los de los dos caballeros anónimos que acudieron originalmente a un estudio fotográfico (¿Boston, Nueva York, Filadelfia?), sin imaginar nunca para qué fabulación serían utilizadas sus imágenes. Pero a veces la fantasía abre inesperados caminos hacia la verdad, o al menos hacia la verdad de la Poesía. Me permito llamar la atención sobre un detalle: los dos hombres que se tomaron la fotografía original, quienes quiera que hayan 7 sido, parecen haber tenido las estaturas respectivas de Lincoln y Poe: el altísimo leñador sobrepasa al poeta de talla mediana en una proporción que sugiere la presencia real de ambos en el estudio donde tuvo lugar aquel momento gráfico. ¿Y si hubiera sido verdad? ¿Y si Edgar Allan el Cuervo y Abraham el Solitario se hubieran reunido en una taberna junto a los muelles, en un galpón, en una librería, para terminar jurándose mutua fidelidad "al poema y a la sangre, a la Palabra y a la Historia"? Este poema es mi manera de hacer que aquel encuentro haya ocurrido para siempre. E. de A. 12 de agosto de 2017