Corazón de tierra

Ya han pasado centenares de días desde aquellos días en Chiquimuláh cuando la poesía nos convocó. Fue un encuentro poético de países miembros del mal llamado Triángulo Norte...Ese Encuentro me premió con la bondad de la amistad y con un puñado de muchachos provenientes de Honduras. En ese contingente estaba Anacleto, Anacleto Soriano, hermano mío de la siembra, del maíz y del frijol... Leí sus ECOS, su poesía primigenia. Ahora después de algún tiempo Anacleto ha andado de allí para allá en los inexpugnables caminos de la poesía, el relato y la tortilla, ha crecido inimaginablemente, lo cual me alegra muchísimo por su calidad humana y poética, sin adulaciones fatuas. Hoy, me encuentro en un intento de prólogo y ante un texto de mucha calidad estética. Su "Corazón de tierra" me ha permitido estar frente a una nueva aparición, o nacimiento, frente a un nuevo parto; lo cual me hace parte de una vivencia inolvidable; considerando que es un parto desde el "autoexilio obligatorio y necesario", una nueva aparición que asoma como abriendo sus braversos. "Corazón de tierra" es como adentrarse a una caverna de luz interminable, con entrañas laberínticas donde la brújulapermite estacionarte en el silencio reflexivo de la palabra certera y sigilosa. Tony Peña poeta y catedrático salvadoreño