A veces soy un mar de lágrimas in Bloomington, MN

A Quinn le gusta hacer listas de todo: de los días en que ha llorado como una magdalena, de las cosas que nunca reconocería en voz alta y de todos los chicos a quienes le gustaría besar. Sus listas la mantienen cuerda. Plasmar sus miedos en papel es su vía de escape para no tener que enfrentarse a ellos en la vida real. Hasta que su diario desaparece… y una cuenta anónima publica una de sus listas en Instagram, donde toda la escuela puede leerla. Por si eso fuera poco, quienquiera que esté tras la cuenta la chantajea con publicar su diario entero si no se enfrenta a siete de sus mayores temores. Desesperada, Quinn se une a Carter Bennett (la última persona que se sabe que tuvo su diario) en una carrera contrarreloj para descubrir quién está detrás del chantaje. Juntos transitarán por todas las cosas que Quinn ha temido demasiado como para afrontar; y, por el camino, ella encontrará el coraje para sincerarse, vivir el momento e incluso enamorarse.
Quinn keeps lists of everything, from the days she’s ugly cried, to “Things That I Would Never Admit Out Loud” and all the boys she’d like to kiss. Her lists keep her sane. By writing her fears on paper, she never has to face them in real life. That is, until her journal goes missing… Then an anonymous account posts one of her lists on Instagram for the whole school to see and blackmails her into facing seven of her greatest fears, or else her entire journal will go public. Quinn doesn’t know who to trust. Desperate, she teams up with Carter Bennett, the last known person to have her journal, in a race against time to track down the blackmailer. Together, they journey through everything Quinn’s been too afraid to face, and along the way, Quinn finds the courage to be honest, to live in the moment, and to fall in love.